Comenzamos nuestra andadura en Junio de 2005. Tras varios meses intentándolo sin resultado alguno, decidimos ponernos en manos de profesionales, pues los meses cada vez son más difíciles.
Pruebas, pruebas y más pruebas, cuyos resultados son satisfactorios. Ante la noticia, encaramos la primera inseminación con fuerza, emotividad e ilusión. Al no haber nada que lo impida, "lo vamos a conseguir". Pero no sólo fue negativa la primera inseminación, sino también la segunda, la tercera y la cuarta. Con cada negativo, un poquito de nosotros también se esfumaba, una poquita de esperanza se diluía. ¿Por qué? Si todo está bien... Diagnóstico: Infertilidad de origen desconocido.
En nuestro empeño por no dejarnos vencer acudimos a una clínica privada, con la intención de realizarnos la primera y única FIV. Y aquí estamos. Nuevas ilusiones, período de vacaciones, ningún pensamiento laboral que perturbe más de lo necesario mi mente, total concentración en nuestro futuro bebé, ese hijo que sé nos está esperando al otro lado de esta vida. Y que espera pacientemente a que la naturaleza por fin le permita sentir nuestro cariño y estar entre nuestros brazos.
De momento he empezado con protocolo largo, aún me quedan unos días para poder sentir embriones dentro de mí, pero voy preparando cuerpo y mente para cuando ese momento llegue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario